VIDA

Volviendo la vista atrás ,
lo inquietante, sobrecogedor
es la claridad con la que se presenta.

Un arroyo bajo un puente,
y sobre éste, yo.

Me mira, le miro; me veo.

Un cielo azul,
bajo las nubes, verdes montes, laderas y senderos,
y sobre éstos, yo.

Me mira, le miro; me veo.

Una mirada amistosa, secreta;
sorteando agujeros de gusano,
y tras ellos, yo.

Me mira, le miro; me veo.

Y me gusta.


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